01.09.2013
La juventud es el momento de la
vida en el que uno empieza a establecer su identidad. En esta etapa se toma
conciencia respecto a la necesidad de independencia. Se toman posiciones
respecto a determinados hechos. También se adquiere ciertos niveles de madurez
emocional, intelectual y social. La Organización de las Naciones Unidas ha
definido a la juventud como la etapa que comienza a los 15 y se prolonga hasta
los 25 años de vida de todo ser humano.
En Bolivia, desde hace 14 años la
juventud tenía el respaldo de un Decreto Supremo (D.S. Nº 25290, de enero de
1999) que normaba sus derechos y deberes. En la actualidad, el artículo 59,
parágrafo V de la Constitución Política del estado indica que “El Estado y la
sociedad garantizarán la protección, promoción y activa participación de las
jóvenes y los jóvenes en el desarrollo productivo, político, social, económico
y cultural, sin discriminación alguna, de acuerdo con la ley”. De este mandato
surge la Ley de la juventud, Ley Nº 342 promulgada en febrero de 2013, que amplia
sustancialmente el ejercicio de los derechos y deberes civiles, sociales,
económicos y culturales.
Una de las virtudes de esta ley es
que los jóvenes conformarán el Sistema Plurinacional de la Juventud, compuesto
por el Consejo Plurinacional de la Juventud, el Comité Interministerial de
Políticas para la Juventud, y La Dirección Plurinacional de la Juventud. A
través de esta estructura, los jóvenes podrán formular, ejecutar, coordinar,
gestionar, evaluar e informar sobre las políticas públicas y los programas dirigidos
a sus similares.
Por el momento, esta Ley se encuentrta en la etapa de socialización para recoger elementos que permitan la
elaboración de su reglamento. Con la aplicación de esta Ley y su reglamento los
jóvenes constituirán una estructura esencial de desarrollo para el país. Por
ejemplo, podrán plantear políticas para dar mayor oportunidad de empleo a
jóvenes en instancias públicas y privadas.
