Roger Aruquipa Valencia
Cierto día un director preguntó a un maestro - ¿Crees poder mantener disciplina con tus estudiantes?, el maestro respondió – Haré que el trabajo sea interesante y la disciplina vendrá por sí misma.
El maestro ideal es aquel que se deja entender sin cansar la atención de sus estudiantes. Las principales características de un buen maestro son: la paciencia, el control y la tolerancia. Sabe cómo usar la didáctica, de tal manera que el pensamiento de su alumno no se interrumpe y sin que lo note va tomando buena dirección.
En Bolivia existen varios maestros ejemplares, en algunos casos con cualidades superiores. Uno de los más notables fue Jaime Escalante, un destacado profesor y maestro de matemáticas, logró renombre y distinción a través de su trabajo en la Escuela Preparatoria Garfield de los Estados Unidos.
Sin embargo, existen unos pocos maestros, denominados de ocasión, que trabajan únicamente por el salario, con cargos de doble turno y dedicados a negocios personales. Estos maestros presionados por su afán de ganar más, trabajan de manera improvisada, descuidando terriblemente la calidad de su enseñanza y en consecuencia, el nivel de conocimiento de sus estudiantes deja mucho que desear.
Los estudiantes tienen la energía, la imaginación y la inteligencia suficiente para aprender, lo único que necesitan es que les enseñen cómo hacerlo. Enseñar es el arte de ayudar a descubrir, y en esta labor el maestro ejemplar es el artista.
El maestro ideal es aquel que se deja entender sin cansar la atención de sus estudiantes. Las principales características de un buen maestro son: la paciencia, el control y la tolerancia. Sabe cómo usar la didáctica, de tal manera que el pensamiento de su alumno no se interrumpe y sin que lo note va tomando buena dirección.
En Bolivia existen varios maestros ejemplares, en algunos casos con cualidades superiores. Uno de los más notables fue Jaime Escalante, un destacado profesor y maestro de matemáticas, logró renombre y distinción a través de su trabajo en la Escuela Preparatoria Garfield de los Estados Unidos.
Sin embargo, existen unos pocos maestros, denominados de ocasión, que trabajan únicamente por el salario, con cargos de doble turno y dedicados a negocios personales. Estos maestros presionados por su afán de ganar más, trabajan de manera improvisada, descuidando terriblemente la calidad de su enseñanza y en consecuencia, el nivel de conocimiento de sus estudiantes deja mucho que desear.
Los estudiantes tienen la energía, la imaginación y la inteligencia suficiente para aprender, lo único que necesitan es que les enseñen cómo hacerlo. Enseñar es el arte de ayudar a descubrir, y en esta labor el maestro ejemplar es el artista.
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